El ego…

No reaccionar al ego de los demás es una de las formas más eficaces, no solamente de trascender el ego propio, sino también de disolver el ego colectivo de los seres humanos.

Pero solamente podemos estar en un estado donde no hay reacción, si podemos reconocer que el comportamiento del otro, viene del ego, que es una expresión de la disfunción colectiva de la humanidad.

Cuando reconocemos que no es personal, se pierde la compulsión de reaccionar como si lo fuera.

Al no reaccionar frente al ego, logramos hacer aflorar la cordura en los demás, es decir, oponer la conciencia incondicionada a la condicionada.

En ocasiones quizás sea necesario tomar medidas prácticas, para protegernos de las personas profundamente inconscientes.

Y podemos hacerlo sin crear enemistad.

Sin embargo, la mayor protección es permanecer en la conciencia.

Una persona se convierte en enemiga, cuando personalizamos la inconsciencia de su ego.

No reaccionar, no es señal de debilidad, sino de fuerza.

Otra forma de expresar la ausencia de reacción es el perdón.

Perdonar es pasar por alto, es liberar.

No reparamos en el ego, sino que miramos la cordura, alojada en la esencia de todos los seres humanos.

Al ego le encanta quejarse y resentirse, no solamente con respecto a otras personas, sino también a las situaciones.

Lo mismo que se le hace a una persona, se le puede hacer a una situación: convertirla en enemiga.

La implicación siempre es: Esto no debería estar sucediendo; no quiero estar aquí; no quiero tener que hacer esto; es una injusticia conmigo.

Por supuesto el peor enemigo del ego es el momento presente, es decir la vida misma.

Eckhart Tolle.

Un comentario en «El ego…»

  1. El ego…, después de un curso de Milagros lo convertí en mi amigo. Claro que todavía lo tengo, lo escucho y observo…, aprendí a ser observadora de mi propio ego. Ahora tabien me doy cuenta que lo que dice mi ego, o esas palabras que salen de mi , frases completas, ya no vienen de mi niñez o también pero no tanto, o no me fijo, si no que vienen de vidas pasadas, y eso gracias a la formación que comencé con Diana Bonetty en terapias regresivas! gracias a la vida!!

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